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Al crear una estrategia de capacitación, y determinar los mecanismos de evaluación del aprendizaje, siempre nos va a interesar determinar el aporte de un curso en particular, si antes y después del curso se realizó un cambio significativo. Lo cual nos lleva a determinar dos puntos: antes versus después, o lo esperado versus lo real. Siempre que tengamos dos puntos y deseamos medir la distancia entre estos dos puntos le vamos a denominar GAP. El concepto de GAP, ha sido una palabra proveniente del idioma inglés que en español se traduce como Brecha o el espacio comprendido entre dos puntos. Cuando llevamos este concepto a la educación, vamos aludir que el GAP se podrá medir entre la distancia de lo esperado y lo evidenciado por la persona en cuanto a su dominio en un tema dado.
El GAP, lo podremos medir en 10 segmentos que equivalen al 10% de lo esperado. De tal forma que el GAP será nuestra unidad de medida para saber la distancia entre lo esperado y cuántas veces 10% es la distancia de lo esperado. Es decir, si lo que tenemos es una escala del 1 al 100, y esperamos que una persona al menos tenga el 80% de dominio del tema. El GAP será cada 10% que se aleje o supere lo esperado. Si una persona obtiene 90 en su examen, decimos que tiene un GAP positivo. Si obtiene 100, decimos que tiene dos GAP positivos. Si la persona tiene 50 puntos, decimos que tiene tres GAP negativos. Un criterio conservador nos dice que el GAP mayor y menor a 10% es una unidad de medida que entra en un rango de tolerancia. De tal manera que lo que nos llamará nuestra atención, será dos o más GAP negativos de distancia.
Para poder medir un GAP, necesitaremos un Banco de reactivos, que tenga bien categorizadas las áreas que se van a medir. Un banco de reactivos nos permitirá hacer un Diagnóstico de necesidades de Capacitación de una forma muy puntual sobre las habilidades de una población. Para lo cual deberemos de tener un parámetro del dominio esperado para un perfil de puesto en un tema dado, el cual compararemos con los resultados reales de las personas al aplicar un examen.
De tal suerte que en un conjunto de cinco temas a cubrir con una estrategia de capacitación redactaremos un conjunto de preguntas de cada tema. Aplicamos nuestro examen diagnóstico a todo nuestro universo de población, y determinaremos los GAP negativos que resulten. Siguiendo con el criterio anterior de que se espera que cada persona obtenga al menos 80% de aciertos en los temas. El análisis del GAP negativo, nos permitirá determinar a qué personas asignaremos a curso de capacitación que hayan obtenido 60% o menos, es decir, 2 GAP negativos, en cada tema.
Las personas que hayan sacado 80% o mayor, podrán estar exentas de tomar las capacitaciones correspondientes, y más aún podremos tener una categoría especial para las personas que hayan obtenido 100% en su rendimiento de la evaluación. Reflejará la condición de que dichas personas saben lo que se espera de su puesto y cuentan con mayores habilidades a las esperadas.
Así con el análisis de GAP podremos tener una segmentación más fina de las personas que deberán tomar cursos dentro de una estrategia de capacitación empresarial.
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