Decidimos crear cursos e-learning para nuestra organización, pero ahora, ¿qué debemos considerar al elegir la plataforma que más se adecúe a nuestras necesidades? Al capacitar a las audiencias corporativas, podemos enfrentar un dilema al intentar resolver una pregunta crítica: ¿en qué LMS podemos implementar la estrategia de e-learning? A continuación, analizaremos las grandes incógnitas que nos permitan explicarlo. Nos enfrentamos, por un lado, a subyugarnos a las únicas posibilidades técnicas de una cierta solución, o a crear una solución a la medida de nuestras necesidades. El equilibro entre lo ya existente en el mercado y las necesidades locales.
- Abierto o propietario
Antes que nada, es importante mencionar que los LMS se dividen, principalmente, en dos tipos: los que mantienen un código abierto; es decir, que su práctica es gratuita; y los que requieren adquirir una licencia de uso. El código abierto, puede ser muy completo… pero también muy complejo y su gestión se puede tornar difícil. Sí, es gratis, pero solo el código; el servidor, la instalación, personalización, gestión, esa debe ir por nuestra cuenta. Los LMS de código cerrado, normalmente suelen incluir el servicio SAAS (Software as a Service) y nos resuelven todos los temas anteriores. La gran incógnita es: ¿quiero-puedo-cuento con quien pueda controlar todo internamente?, o ¿quiero tener el soporte de un proveedor que me resuelva todas mis necesidades de programación compleja?
2. Responde a estándares o local
La incógnita es ¿la plataforma es compatible con el tipo de cursos previstos, programados en algún estándar e-learning (Aicc, scorm 1.2, scorm 2004, tincan)? Ya sea desde herramientas de autoría e-learning o manualmente dentro de las plataformas y sus recursos. Para un adecuado seguimiento al progreso de estudio de los participantes, la plataforma debe registrar correctamente el progreso. No es función del LMS tener herramientas de autoría dentro, pero sí es su obligación ser compatible con estándares consensuados por la comunidad e-learning. En este sentido, la plataforma seleccionada debe ser capaz de gestionar los cursos preexistentes o nos meteremos en un grave problema de migración de contenidos.
3. Gestión escolar en masa
A todas las personas nos encanta la automatización de los procesos; cada vez queremos que el soft esté un paso adelante a nuestros pensamientos y haga las cosas mágicamente. Por lo que la gran incógnita es, ¿me permitirá hacer cargas masivas y gestión de cientos de usuarios fácilmente? Toda plataforma debe estar comprometida con la simpleza de gestión escolar. Algunas plataformas hacen un verdadero calvario registrar alumnos a nuevos cursos. Deseamos que la plataforma notifique, regañe, felicite, cobre, emita diplomas, monitoree el tiempo de atención de los tutores, el tiempo que dedican al estudio los participantes, y que todo ese conjunto de datos numéricos, nos sean expresados en simples gráficas.
4. Seguridad y estabilidad
Otra gran incógnita que nos acecha es desde el lado de la ciberseguridad. Sabemos que la tecnología evoluciona día con día, y queremos que sea segura desde cualquier punto de conexión a la misma. Debemos plantearnos si esos niveles de seguridad y estabilidad en el servidor de la plataforma es algo que nos deba preocupar internamente o delegarlo a un proveedor. El LMS puede conllevar o no el servicio externo de hosting, soporte técnico, respaldos de información, esquemas de recuperación de desastres y desarrollo de software a la medida de nuestras necesidades. ¿Lo podremos hacer o el proveedor se niega a realizar las cosas que necesitamos?
5. Usabilidad y simpleza
No ha sido suficiente el sueño perdido, aún hay más incógnitas ¿cuál será la curva de aprendizaje de mis audiencias en el manejo de la plataforma? ¿Es intuitiva, o requerirá de un curso de al menos una semana para aprender a usarla? Entre más complejas sean nuestras necesidades, más elaborado será su funcionamiento y especialización. ¿Tiene sistema de ayuda, documentación de procesos, videotutoriales que aminoren la curva de aprendizaje? Antes de elegir un LMS, también es necesario tomar en cuenta la facilidad de uso.
6. Accesibilidad
¿Si mis usuarios desean acceder a la plataforma desde la red corporativa, desde su PC, MAC, tablet, celular o Xbox, lo podrán hacer sin problemas? He aquí otra gran incógnita a resolver sobre la accesibilidad estés donde estés. La compatibilidad de un sistema a varios navegadores y dispositivos facilitará el aprendizaje ubicuo.
7. Portabilidad
Finalmente, hay otra incógnita que nos deambula. Tiene que ver con una previsión a futuro de la facilidad para migrar de un LMS a otro, de un servicio de hosting a otro. La portabilidad de una estrategia de e-learning, es que no detengamos la continuidad de impartir los cursos y les podamos brindar a nuestros usuarios la mejor experiencia en su estudio online. Si una plataforma nos va a condicionar a un estilo de programación que después no podremos mover o evolucionar, es de llamar la atención. No queremos que de repente el LMS nos diga que “debido a que el estándar scorm me parece obsoleto, no se puedan crear cursos en ese formato”. Lo anterior no solo nos complica la durabilidad de los cursos creados, sino nos bloquea la portabilidad de nuestra estrategia e-learning.
Tal vez nos asalten más incógnitas, pero lo que debemos tener claro en un principio, es la estrategia pedagógica y el alcance a largo plazo de la misma, para así poder seleccionar la plataforma LMS que mejor responda a nuestras necesidades. El equilibrio entre funcionalidad preexistente y personalización puede ser clave. No necesitamos inventar desde cero una plataforma LMS, ya existe una muy extensa oferta. Las más completas, suelen ser las más complejas y costosas. Pero las soluciones más sencillas y simples no resultan atractivas a corporativos grandes. La mejor elección es un sistema flexible que se adapte a la complejidad y tamaño de la empresa. ¿Ya cuentas con tu LMS?
Pensemos en una metáfora, deseamos transportar a un grupo de personas del Punto A, a un destino B. ¿Qué medio de transporte usaremos? Si son 4, y la distancia es corta, nos vamos en carro. Si son 40 y la distancia es media, rentamos o compramos un camión. Si son 400 y hay que cruzar el mar, hay que usar un barco, un avión. No comparemos entre que si el avión es mejor que el barco, o el auto, pero el avión es mucho mejor: pensemos en la experiencia más práctica y agradable de transportar. Porque la capacitación será un medio no un fin en sí mismo. La tecnología debe estar al servicio de la estrategia pedagógica y no subyugar a las únicas posibilidades técnicas a un proyecto.
Nuestros consultores e-learning, te pueden ayudar a resolver mejor las incógnitas que te quitan el sueño. Ven y juntos construyamos tu solución. (contacto aquí)